Los Beatles en mi noche felizTiempo de lectura: 2 minutos

En una de las noches más felices de mi vida, había música de los Beatles en el aire.

Este aire en particular era especial: estaba en Cuzco. Llegamos con mucha emoción y con poca plata. Mis dos mejores amigos y yo tomamos un bus en el centro de Lima y nos fuimos a ver “lo que pasaba”. Esa noche de la que les cuento era domingo y la tercera del viaje. Por la mañana habíamos discutido por primera vez en nuestras vidas: un estúpido incidente por un documento extraviado, símbolo de los desórdenes de nuestra corta convivencia.

Se suponía que un partido de la U esa tarde contra Cienciano en el estadio Garcilazo nos curaría del disgusto matinal. La U perdió dos a cero y además el campeonato. Como estuvimos expuestos al sol durante tres horas en el estadio, nos rostizamos. De modo que peleados entre nosotros, con el fracaso del partido y en el dolor de una cara que no podía gesticular, todo se volvía negativo.

De regreso al hotel dormimos un par de horas para matar el mal humor. No sirvió. Alguien sugirió la genial idea de comprar un vodka y media hora después nos estábamos cagando de la risa y bailando salsa Lavoe en nuestro cuarto. Entonces nos pedimos disculpas por lo de la mañana y todo estuvo resuelto. Al rato salimos del hotel a la plaza y era gracioso como el suelo se movía bajo nuestros pies. La noche era hermosa, estrellada y tranquila.

Nos dio hambre y caímos en una Tratoria en la calle Procuradores. Cada uno de nosotros había llegado a Cuzco por diferentes razones y por ellas brindamos. En el fondo los tres queríamos lo mismo: escapar.

Cuando entramos en la Tratoria mi corazón estaba en paz y entonces escuche Can´t buy me love , como viniendo del mas allá. Sentí que ese momento se había vuelto perfecto. No podía pedir más: una buena lasagna con mis mejores amigos en Cuzco escuchando a los Beatles.

Como me suele suceder con cada canción que escucho de los Beatles, cuando terminan siento un tipo de presión en el pecho. Como si quisiera agarrar la canción de los pelos y regresarla. Pero en la radio no se puede hacer eso. De repente: Don´t let me down . Claro, era domingo de noche, en ese entonces daba Liverpool en Z. Siguieron muchas más.

En ese momento supe que tenia que escribir esta historia y ahora que la leo siento una frustración porque mis palabras ni siquiera se acercan a la perfección de ese momento.

Como en muchas veces de mi vida, los Beatles merodean entre mis experiencias. Esa noche, 24 de julio del 2005, sólo dos horas después de la lasagna, conocí a la mujer que amo. Hasta hoy recordamos cómo nos coqueteamos esa noche y cuando el Dj de la noche puso I saw her standing there . No pude bailar con otra desde que la vi parada ahí.

Es curioso, parece que existiera una canción que me espera en mis mejores momentos.

1 comentario sobre «Los Beatles en mi noche felizTiempo de lectura: 2 minutos»

  1. Kwai, I don’t think you get it.The three titles in May are stnradad releases to replace the existing EMI ones on the shelf, just as Capitol’s replaced Columbia’s back in 1986. They’re not major releases at all, and won’t get any major push. (At least, certainly not digital, given that Flowers was reissued the day Band On The Run got its archives.)Archives #2 is McCartney, #3 is McCartney II. Both are listed as double CD with DVD, which makes sense: Band On The Run was same in regular release, and the third disc was for collector’s only. (And my suspicion is that The McCartney Interview will be the collector’s only offer on that one!)Archives #4 will most likely BE Ram, given that it’s mentioned on Band On The Run’s packaging. That, I suspect, will be the Christmas release, if Paul doesn’t get a new album of material out instead.And, according to the add inserted in Band On The Run, the following ones after that will include Venus & Mars, Speed Of Sound and Wings Over America.

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