1963: Año 0 en la Beatlemanía peruanaTiempo de lectura: 7 minutos

El año 1963 fue significativo para los peruanos. Culminaba uno de tantos gobiernos militares, que había durado lo necesario para mostrar claramente la posición cercana a las políticas norteamericanas de alianza para el progreso y su modelo de sustitución. Aún se gozaba de estabilidad económica y el dólar no se había disparado. Muchos, por nostalgia, pensamos que los viejos tiempos fueron mejores, pero al inicio del gobierno de Belaunde, el arquitecto formado en EE.UU, daba señales claras de que con su política liberal de importaciones, un desastre se veía venir.

La hegemonía norteamericana, lograda desde los tiempos de Leguía en el Perú, había cosechado los frutos de un emporio cultural en las urbes del país. Los ingleses, a pesar de su fuerte influencia económica -salvo el futbol y el bistec (beef steak)- no habían tenido mucha influencia en la cultura popular peruana.

En las elites, el estilo de vida norteamericano, un poco más democrático por su alcance a las capas medias, había sido el reemplazante del estilo más exclusivo francés. En el caso de la música, esto tuvo que esperar la posguerra. Las orquestas de los grandes salones del Country Club, tocaban el swing norteamericano, para un selecto público peruano. Si bien las radios llegaron junto con las misiones norteamericanas de los años veinte, no se habían popularizado por el costo de los receptores. Para el año en cuestión ya las radios no eran un lujo para unos pocos. Las radios a transistores habían cambiado el acceso a públicos mayores. En ese momento, Radio América, la primera estación privada, tenía 20 años de transmisiones. Dentro de la docena de radios del momento, una de ellas se proclamaba la única emisora en transmitir música para la nueva ola, de noche y de día, alegrando a los rocanroleros elegantes. Radio Miraflores se caracterizó por cubrir ese sector socio etario de jóvenes de clase media. Lejos de los escándalos desenfrenados del «Dengue», y otros ritmos tropicales que provocaron censura de medios y autoridades, el rock mezclado con la nueva ola aún no revestía peligro para una sociedad altamente conservadora.

La razón: la juventud estaba totalmente bajo control de los padres, vigilada al centímetro por las madres bajo encargo de los padres, en especial sobre el sector femenino. Desde los años cincuenta, los principales éxitos de la música moderna norteamericana habían sido difundidos en las radios limeñas. Los éxitos de venta no estaban en ese campo exclusivo. La música folclórica no solo llenaba grandes coliseos, sino que vendía miles de discos en provincias. Se alternaban en el ranking difundido por el diario «La Prensa», los huaynos, valses, y ritmos tropicales, y asomaban los discos en inglés, de acuerdo a los informes de las disqueras. La programación, con amplia variedad de algunas radios, permitía a una joven ama de casa como mi madre, cuidando a su recién nacida hija, captar con su radio a transistores los radioteatros, las recetas de cocina, el dengue, el twist y la nueva ola. Mientras las amas de casa disfrutaban la música en su encierro doméstico, las boîtes del momento se llenaban al compás de la música norteamericana tocada por grandes orquestas.

Dicen que la beatlemania nace oficialmente en Inglaterra el 13 de octubre de 1963, en el London Palladium. Por este lado, mi madre estaba de nuevo en la dulce espera en nuestra casa de Breña. Algunas calles más allá, en el Cercado de Lima, dos jóvenes adolescentes que estaban al tanto de los últimos éxitos de Elvis, escucharon en Radio Miraflores por primera vez a ese grupo que hizo remecer sus apetitos musicales, que en parte los llevaron a dedicar su vida a la música. Se llamaban Saúl y Manuel Cornejo. Desde su casa de la Unidad Vecinal se lanzaron a la búsqueda de dicho disco sin sospechar, tal como cuenta Saúl, que She Loves You, ya había sido editado por IEMPSA. La casa discográfica peruana hizo su debut de producciones beatleras a fines de 1963 pocos meses después del lanzamiento en Inglaterra y casi en paralelo con la edición norteamericana del sello Swan (en otra nota daremos más alcances de la salida del “twist de Los Beatles”, pero en lo que concierne al LP, la naciente fanaticada tendrá que esperar otros varios meses para su salida en edición nacional).

Los hermanos Cornejo a inicios de 1964 escuchando la novedosa banda británica, que los influenciaría a pertenecer a bandas como New Jugler Sound. Laghonia y We All Together.

Los más entusiastas, como los hermanos Cornejo, no esperaban tanto y visitaban constantemente El Musiquero, una discotienda de propiedad de una mujer argentina que tenía la ventaja de ofrecer la importación inmediata de discos 45 desde EE.UU. Para esto, se valía de las revistas de rankings como Billboard y Cashbox, que mostraba a los clientes a modo de catálogo. En algunos países latinoamericanos tuvo que llegar el impulso del éxito en Norteamérica para que se despierte el monstruo en casa.

En enero de 1964, bajo el padrinazgo del destacado locutor y periodista de espectáculos, Eddy Gonzales, hace sus pininos en la radio don Guillermo Llerena, con más de medio siglo de presencia en las ondas radiales. Inmediatamente él y su hermana se pegan a la onda beatlemaniática, y se convierte en otro de esos jóvenes asiduos a La Disquería.

En marzo de 1964, mientras un futuro médico nacía en nuestra familia, en otra parte de la vieja Lima, IEMPSA se preparaba para sacar a circulación el disco LP Please Please Me. Como muchos de los nacidos en esos primeros años de la beatlemanía, mi hermano Germán se contagiará de esta por su resurgimiento con el álbum recopilatorio 1962- 1966, conocido como «el álbum rojo». Un disco que recogía otra de las fotos de McBean de 1963 y su contraparte del año 1969 en la misma pose, como anunciando un cierre brillantemente.

Volviendo a marzo del 64, la edición publicada por IEMPSA, mantenía los vívidos colores de la portada del disco inglés en la inmortal escena del edificio de EMI house. Conservaba el mismo número de serie del disco mono del Reino Unido «PMC 1202». En la contraportada, se repetía tal como el original toda la información, exceptuando la impresión de la marca INDUSTRIAS ELECTRICAS Y MUSICALES PERUANAS SA. Nunca salió su mellizo stereo y tuvieron que pasar dos álbumes más para que se publiquen discos del cuarteto en ese formato. Sobre la etiqueta, los jefes de IEMPSA decidieron utilizar el sello ODEON, que en muchos lugares se asociaba a EMI.

Según recuerda Saúl Cornejo, en esos tiempos un LP podía llegar a costar el doble de un sencillo, es decir, 50 viejos soles, que gracias al inefable arquitecto Belaunde, para 1985 habían llegado a costar 3,500 soles. Sobre su impacto en el público no tenemos referencia directa. Sabemos que IEMPSA contrató sendos anuncios comerciales en todos los grandes periódicos de la capital, y que los DJs recibieron una copia sin valor comercial para su difusión. Algo jugaba a favor de las crecientes ventas, como parte de la estrategia de ventas de EMPSA, pues al no haber salido el sencillo del mismo nombre, hacía posible que los ansiosos fans hayan roto su chanchito para escuchar las canciones que les faltaban.

Sin embargo, los lideres de IEMPSA también pensaron en un publico más modesto, lanzando un único sencillo que no seguía la colección inglesa y tampoco la norteamericana. El disco I Saw Her Standing There / Twist and Shout fue el gran exito de ventas que para octubre del año de 1964 estaba en el tope del ranking peruano propalado por el diario La Prensa. Pero esa es otra historia…

Ya en los años 70s y 80s, IEMPSA lanzaría reediciones del LP. Con el cambio de sello a DISCOS HISPANOS, se produjo un álbum con la mezcla stereo proveniente del disco venezolano Sonorodven, muy distinto de su predecesor Surfing con los Beatles en Acción. Así mismo se hicieron dos ediciones en cassette, una con la mezcla stereo del mismo origen, y otra de la colección contemporánea de los CDs en cintas cromadas. Las más recientes generaciones han podido escuchar el «one, two, three, four!» con el que se inicia el disco, tal vez en las reediciones de CDs y vinilos actuales, con el resurgir del formato. Los más jóvenes en la virtualidad del streaming. Los fans de muchos tiempos esperamos la publicación de una edición especial preparada por Giles Martin, con los dos únicos carretes sobrevivientes de esa maratónica sesión de grabación del 11 de febrero de 1963.

Desde el año siguiente, año I de la beatlemanía en el Perú, sigue sonando en las fiestas el estridente bajo Hofner de Paul en la melodía de “La Vi Parada Ahí” y la voz desgarrada de John en Twist and Shout, aún hasta hoy que este disco cumple 60 años… corroborando así lo que afirmaba Gerardo Manuel, que The Beatles son los clásicos del siglo XX… y también del XXI.

*El autor desea agradecer infinitamente la colaboración de Don Guillermo Llerena, destacado locutor radial, y los hermanos Manuel y Saúl Cornejo, leyendas del rock peruano, así como el reconocido periodista e historiador del rock Hugo Lévano, en la preparación de este artículo, y dedicarlo a la memoria de Joni Chiappe (1964 – 2023), excelente musico, gran amigo, incansable difusor de la música de The Beatles en el Perú y beatlero como el que más.

13 comentarios sobre «1963: Año 0 en la Beatlemanía peruanaTiempo de lectura: 7 minutos»

      1. Para los que no nacimos en esos tiempos dorados los 60’s y descubrimos a los Beatles bien entrando los 2000’s, ha de haber sido la experiencia de escuchar los álbumes como encontrar un tesoro.
        Pero algo que se repite generación tras generación es una fascinación que produce escuchar por primera vez algún álbum entero ( en el caso mío Abbey Road, por allá en los 2006) que te hace decir al final «Donde estuvieron estas canciones todo este tiempo?». Es esa sensación sea en el formato que fuere, lo alucinante que uno vive y experimenta. Como diría Lennon alguna vez… «…bueno ahí tienen los discos».
        Quizá no se equivocaba mucho, pero estas joyas seguirán siendo atemporales y mágicas cada vez que las escuchas.

  1. Excelente artículo. Siempre quise saber cómo era la movida en Perú cuando los Beatles prácticamente dominaban el mundo y este artículo lo resume así.

  2. Este relato transporta al lector de manera sencilla a esos entrañables tiempos del nacimiento de la beatlemania en nuestro país.
    Gracias Juanito por llevarnos de la mano a esos momentos en los que aún no naciamos o estábamos en ese tránsito.
    Tengo dos preguntas,
    Cuando sale el sencillo «I saw her standing there /twist and sbout»?
    Perú fue uno de los pocos países en sacarlo?

  3. Agradezco a Juan el haberme convocado para dar mi experiencia personal de la presencia de The Beatles en el Perú.
    La tienda a la que se hace mención, era El Musiquero, hago ésta aclaración por ser parte de lo histórico de este artículo

  4. Excelente y detallada información de la Beatlemania en el Perú.
    Me has transportado mágicamente a esos años de la Música de Oro, y como bien señalas, hasta hoy y por siempre los Beatles seguirán presentes.
    Mi reconocimiento y cariño a We All Together, también los amo.
    Te felicito Juanito, soy testigo de tu pasión por los más grandes del mundo, Our Beatles!
    Diana.

  5. Qué interesante artículo! Detalla la época y te hace sentir parte de ella. Es increíble leer cómo fue todo el movimiento beatlemaniaco cuando llegó al país.👏🏻

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